Uvernet-Fours, un encantador pueblecito en el corazón de los Alpes de Haute-Provence, sigue atrayendo a los viajeros que buscan un cambio de aires en plena montaña. Entre el esquí, el senderismo y la relajación, este es el destino perfecto para unas vacaciones deportivas y rejuvenecedoras.
Encaramado a 1.180 metros de altitud en la carretera del puerto de Cayolle, Uvernet-Fours está a 4 kilómetros de la famosa Barcelonnette. Antiguamente conocido por su industria de hilado de seda, el municipio es hoy adorado por los deportistas gracias a su famosa estación de esquí de Pra-Loup. Uvernet-Fours es un pequeño pueblo de la Provenza, pero tiene todas las bazas, empezando por un marcado patrimonio gastronómico. En el menú de sus degustaciones, el cordero de Sisteron, los vinos IGP Alpes-de-Haute-Provence, los quesos del valle de Ubaye, los tourtons, los embutidos como el fumeton, las mieles provenzales y los génépi, entre otros, harán las delicias de todas las papilas gustativas.
Tras estos generosos descubrimientos culinarios, nos dirigiremos al patrimonio arquitectónico de la ciudad. Rico en numerosos monumentos y otros lugares históricos, Uvernet-Fours cuenta con un amplio patrimonio religioso, como la espléndida iglesia de Saint-Laurent-de-Fours, del siglo XVII. La capilla de Saint-Marc, la capilla de Sainte-Anne, las capillas de Saint-Jean-Baptiste y Saint-Jacques completan esta visita.
Pero el municipio también cuenta con una gran cantidad de sitios naturales notables para descubrir. Para ello, te recomendamos que te pongas las zapatillas y una gorra: ¡aquí se sube y da el sol! Del Col d'Allos al Col de la Moutière, pasando por el Col de la Cayolle, el magnífico Lac l'Allos, el Pont de la Corbière, las gargantas del Torrent des Agneliers y las del Bachelard, el Vallon de Fours y la Grande Séolane (2.909 metros de altitud), Le espera toda una gama de itinerarios de senderismo, desde los más tranquilos hasta los más deportivos, con cada vez maravillosos panoramas sobre las cumbres del Parque Nacional del Mercantour y, si tiene suerte, algunos encuentros con la fauna salvaje (marmotas) que vive tranquilamente en las montañas. Por último, es imposible no mencionar la maravillosa estación de esquí de Pra-Loup: en total, le esperan más de 180 kilómetros de pistas de esquí alpino, repartidas entre 1500 y 2500 metros de altitud. En concreto, encontrará 48 pistas (17 azules, 6 verdes, 22 rojas y 3 negras) servidas por un gran número de remontes. Además, esta estación familiar cuenta con una guardería, varias pistas de trineo, un gran snowpark, tres boardercross, un sinfín de pistas para bicicletas de montaña accesibles durante el verano, y una multitud de restaurantes para encontrar un poco de confort después del esfuerzo.