¿Necesita unas vacaciones tranquilas lejos del bullicio? Un paréntesis cultural y natural, donde los descubrimientos históricos y gastronómicos harán las delicias de toda la familia... Diríjase a la Dordoña, y más concretamente al municipio de Verteillac.
Una pizca de historia, una pizca de tranquilidad y una buena dosis de naturaleza: esta es la receta del éxito en Verteillac. Situado en el corazón del Périgord, a 40 kilómetros al noroeste de Périgueux y a 45 kilómetros al sur de Angulema, este pueblo con carácter es uno de esos lugares donde uno se siente bien en un instante. Acogedora, con su pequeña plaza, su iglesia, sus dinámicos comercios y su animado mercado de los sábados, Verteillac es el modo de vida suave por excelencia. El mercado del pueblo es el corazón de la vida local; en él encontrará todo lo necesario para elaborar deliciosas recetas con productos de las granjas regionales, así como algunos platos que seguramente le darán hambre. En la Dordoña, y en el Périgord en particular, es bien sabido que la gastronomía es generosa, sabrosa, llena de sorpresas y aprovecha al máximo los productos locales. ¿Pero qué comer? Tanto en los puestos del mercado como en los buenos restaurantes del pueblo, el champiñón es el rey, así como la trufa, el foie gras, los vinos de Bergerac, los licores de castaña, los ceps, las nueces (en tarta, ¡ñam!) y las fresas. Las preparaciones de esturión son populares, al igual que las cervezas, mermeladas, dulces, quesos (Cabécou, Trappe d'Echourgnac...) y mieles que realzarán las comidas copiosas en familia o entre amigos.
Pero en Verteillac, la vida es algo más que comer, aunque hay que decir que uno se puede contentar con eso, ¡ya que hay muchas delicias! En Verteillac, ¡caminamos! Así que, equipado con un buen calzado, usted también puede salir a descubrir la belleza del pueblo y sus alrededores, gracias a varios itinerarios a pie, o a las visitas guiadas que se organizan todos los jueves por la mañana durante el periodo estival con el Sindicato de Iniciativa de Verteillac. ¿Qué ver? El castillo de la Meyfrenie, del siglo XIX, catalogado como Monumento Histórico, así como los castillos de la Grénerie, del siglo XIX, y el castillo de Breuil, de los siglos XVI y XVII. El Parc Sauvage de La Tour-Blanche-Cercles será perfecto para que los más pequeños se maravillen con una granja educativa, descubriendo vacas, ovejas Suffolk, burros, cabras, gallinas, conejos y cerdos, pero también búhos, buitres y otros halcones que habitan la pajarera del parque. Ciervos, ciervas, gamos, zorros, faisanes y otros animales salvajes completarán su visita. El Castillo de Mareuil a 15 kilómetros, la cueva de Jovelle, la de Ménieux, Périgueux la cultural o la famosa Cueva de Lascaux a 1h30 de allí, son otros tantos sitios que tendrá el placer de descubrir durante su estancia en Verteillac.