El pueblo de Chauffour-sur-Vell está situado en el departamento de Corrèze, en la región de la Nouvelle-Aquitaine. Si su nombre no significa nada para usted, este encantador pueblo es ciertamente el lugar que necesita para sus vacaciones. Lejos de las multitudes, lejos de las rutas turísticas tradicionales, este verde resort disfruta de una ubicación perfecta para que usted descubra algunos de los pueblos más bellos de Francia.
Una joya poco conocida en el sur de Corrèze, Chauffour-sur-Vell se encuentra no muy lejos del departamento del Lot. En la confluencia de dos arroyos, el Vell y el Soustre, este pueblo tiene un patrimonio muy bonito, que se puede descubrir durante las excursiones a pie o en bicicleta. Típica de la región, la arquitectura de Chauffour-sur-Vell es notable. Su hermosa iglesia con su ornamentado portal es digna de verse, así como el corazón del pueblo, que todavía tiene algunas hermosas casas muy altas, así como graneros que albergan viejos secaderos de nueces. Las nueces son el corazón de la vida aquí; en harina, crudas, en aceite o en pastel, pueden ser consumidas en todas las salsas, según sus deseos. Por eso se encuentra en el pueblo un molino, el Moulin de Niel, un molino de agua del siglo XII alimentado por la fuente de Berle, que produce harina desde el año 2000.
Después de tomarse el tiempo para visitar el pueblo, pasear por sus vías fluviales y conocer la cocina local en uno de sus restaurantes, póngase sus zapatillas y suba a su bicicleta para descubrir el encanto rústico de la Causa de Quercynois, tachonada de una miríada de castillos y abrevaderos donde refrescarse durante el calor del verano. ¿Pero qué ver? Collonges-la-Rouge, 5 kilómetros más al norte, es una visita obligada. Un pueblo de carácter en el corazón del valle de la Dordogne, clasificado como uno de los "Pueblos más bellos de Francia", Collonges-la-Rouge es conocido por sus antiguas casas de arenisca púrpura, inusuales y cálidas. Una ciudad histórica, fortificada durante las Guerras de Religión, alberga un espléndido patrimonio que es imprescindible descubrir. Obsérvese que su vecina Meyssac también es digna de verse por la magnificencia de su castrum, su iglesia de San Vicente y sus murallas. Luego diríjase al vecino Lot para algunas visitas culturales e históricas, que seguramente pondrán un brillo en los ojos de jóvenes y viejos por igual. El Gouffre de Padirac, 25 kilómetros más al sur, es una visita obligada, por el asombroso esplendor de sus galerías 103 metros bajo tierra, así como el pueblo encaramado de Lacave, famoso por sus cuevas y sus maravillosos panoramas sobre el valle del Lot. Aún al norte del Parque Natural Regional de los Causses du Quercy, Rocamadour también es digno de ver. Situada a unos treinta minutos en coche de Chauffour-sur-Vell, esta histórica ciudad medieval aferrada a su ladera merece una visita por sus santuarios, su llamativa arquitectura y su gastronomía. Pastis Quercynois, pero también trufa negra, Rocamadour AOP, tarta de nuez, foie gras, cordero de Quercy, azafrán, melón y otras patatas fritas harán las delicias de su paladar.