¿Conoces el pueblo de Bransat? En el departamento de Allier, en la región de Auvergne-Rhône-Alpes, este pueblo enclavado en el verde a 32 kilómetros al norte de Vichy es el lugar perfecto para pasar unas vacaciones tranquilas, lejos de las multitudes.
Atravesado en su día por dos calzadas romanas, Bransat es uno de esos rincones del mundo poco conocidos que bien merecen una visita. En el corazón del Allier, a pocos pasos de Saint-Pourçain-sur-Sioule, Souvigny y Moulins, este pueblo rural es un pequeño paraíso para los que buscan paz, tranquilidad y autenticidad. Aquí no hay ningún alboroto, sólo viven 500 personas, y por eso es tan popular entre las familias y los amigos. Aunque Bransat es un destino (muy) tranquilo, la ciudad cuenta con un bello patrimonio, que podrá descubrir caminando o en bicicleta. ¿Qué debe ver? ¡La iglesia de Saint-Georges! Con sus hermosas ventanas ojivales, esta iglesia románica merece una visita, tanto por su estructura como por sus decoraciones que representan a Adán y Eva. A continuación, pase por el puente galo-romano construido en 1557, reconocible por sus dos arcos nervados que atraviesan un pequeño río. El menhir de Grosse Pierre, la cruz monolítica de Matrat en la antigua calzada romana y las bonitas casas le darán una buena visión del patrimonio de Bransat. ¿Nuestro consejo para no perderse nada? Realice la "Promenade Buissonnière", un paseo de 5 kilómetros que le permitirá descubrir la abundante naturaleza que rodea a Bransat mientras hace ejercicio gracias a los aparatos instalados a lo largo del recorrido.
En coche o en bicicleta, Vichy es un destino imprescindible para cualquier estancia en Bransat, situado a sólo unos 30 kilómetros del corazón del pueblo. Destino turístico y cultural, Vichy merece una visita por el esplendor de su patrimonio. Podrá ver el Palacio de Congresos-Opéra, pero también sus callejuelas peatonales, sus pasajes animados por brasseries y cafés, su Hall des Sources, sus termas, sus maravillosos chalets Napoleón III decorados con bow-windows, sin olvidar la Source des Célestins, y los bucólicos paseos al borde del Allier, que no dejarán de enamorarle por su belleza. También hay muchos castillos que visitar en la zona de Bransat. El castillo de Fontariol, el de Verneuil-en-Bourbonnais, los de Fourchaud y Billy, pero también la Gruta de los Hados en Chatelperron o la playa de los Célestins en Vichy y el curso del Allier, perfecto para el piragüismo, son ideas para hacer excursiones durante su estancia en la calma de las colinas de Bransat.