Situada en la famosa Costa Dorada, Tarragona, hoy en día una zona turística radiante, ha acogido a mucha gente. De hecho, la situación geográfica de esta provincia catalana le ha dado un papel estratégico en la historia de la Península Ibérica. Se supone que su capital del mismo nombre fue fundada por un pueblo egeo alrededor del segundo milenio antes de Cristo. Lo cierto es que la ciudad de Tarragona estuvo marcada por las conquistas ibéricas y romanas.
Antiguamente llamada "Tarraco" por los romanos, se convirtió rápidamente en la capital de la región de la "Tarraconaise", una gigantesca provincia romana que en aquel entonces cubría la mayor parte de la Península Ibérica. Hoy en día, el sitio arqueológico de Tárraco muestra los restos de esta gran ciudad comercial y administrativa. Declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO desde el año 2000, encontrará en él las maravillas de la arquitectura antigua y medieval. Teatro romano, basílica visigoda, torre de Escipiones, murallas romanas... Muchos edificios han sido magníficamente conservados para recordar los orígenes de esta histórica provincia. La capital tarraconense cuenta además con 15 kilómetros de litoral salpicado de playas y pequeñas calas bañadas por el Mediterráneo. Los amantes de la naturaleza apreciarán sus doradas costas en las que se ubican dos espacios naturales protegidos: el Plan de Espacios de Interés Natural de la Punta de la Móra, santuario de varias especies vegetales, y el espacio natural de la desembocadura del río Gaià, que alberga más de 80 especies de aves.
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En cuanto a la cultura, los amantes del arte no se sentirán decepcionados. De hecho, la provincia de Tarragona fue, en el siglo pasado, un verdadero nido de artistas del modernismo catalán. En particular: el antiguo pueblo medieval de Reus, que fue la cuna de Gaudí, el famoso gran maestro del movimiento artístico. Aunque no construyó ninguna arquitectura en Reus, la ciudad le dedicó el "Centro Gaudí" para dar vida al genio del artista a través de una serie de estructuras audiovisuales y táctiles. Además de Gaudí, Reus presenta obras de otros artistas modernistas catalanes. En particular: el arquitecto Lluis Domenech i Montaner, contemporáneo de Gaudí, que fue el origen de la Casa Navás. Este edificio de la esquina de la plaza del Mercadal no ha sido alterado desde su construcción entre 1901 y 1908, a diferencia de muchas otras obras modernistas. La visita a la Oficina de Turismo debe reservarse con mucha antelación, ya que esta espléndida residencia, que ha conservado sus muebles de época, es a menudo asaltada y está llena.