Cómodamente enclavada entre el mar y la montaña, Moraira tiene todo para complacer. Playas de arena fina, clima templado, magníficos monumentos históricos.... Este balneario español en la Costa Blanca ha sido el destino favorito de los amantes del sol y de las vacaciones ociosas durante cuarenta años. Conectada a Teulada, ciudad habitada desde la prehistoria, es conocida por su cultura del vino y su fuerte actividad marítima.
El encanto de la Costa Blanca está intrínsecamente ligado a su rico y azaroso pasado, sobre todo por su situación geográfica, que la ha convertido en un lugar ideal para observar el mar. Moraira no es una excepción. La Vila, el corazón histórico (antigua ciudad fortificada), ofrece un verdadero viaje en el tiempo a través de sus calles rodeadas de edificios de diferentes épocas y estilos arquitectónicos. La magnífica iglesia-fortaleza de Sainte-Catherine Martyre nos transporta a una época en la que incluso la iglesia tenía que proteger a la población. Construido originalmente en el siglo XVI, desde entonces ha sufrido muchas expansiones que lo han hecho atemporal y único.
Otro monumento defensivo que ha forjado el carácter de la ciudad, el Château de Moraira, construido en el siglo XVIII, domina la playa de Ampolla, muy apreciada por los veraneantes. Dispersos por el edificio, los restos de otros edificios muestran que la vida estaba, en otra época, organizada en torno al castillo.
Pero para los veraneantes, Moraira es sobre todo una costa sin igual bañada por el sol casi 300 días al año. Ya sea para tomar el sol o para practicar deportes acuáticos, este pequeño trozo de costa valenciana satisface a todo el mundo. En particular, es el lugar ideal para practicar el buceo o el snorkeling (palma, máscara y snorkel). Descubra la fauna y la flora submarina para descubrir lo más cerca posible un entorno tranquilo y resplandeciente.
La cocina valenciana, variada y colorista, hará las delicias de los gourmets más exigentes. En Moraira, la cita ineludible es en el restaurante Satari's. Muy apreciado por los lugareños, los veraneantes se enamoran cada año de sus exquisitos platos. Entre la cocina mediterránea e internacional, el restaurante también ofrece opciones vegetarianas para satisfacer a todos sus visitantes. En su terraza, disfrute del suave clima mediterráneo en un ambiente acogedor y en un entorno encantador.