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Eslovaquia está situada en el corazón de Europa Central. Ocupado al 4º y 5º por las montañas, este país está lleno de un rico patrimonio histórico y cultural, notable por la presencia de numerosas iglesias y castillos, testigos a veces de la influencia barroca, a veces del movimiento gótico o del Renacimiento. Durante su estancia, sin duda tendrá la oportunidad de visitar sus famosas iglesias de madera situadas en los Cárpatos, así como muchos otros monumentos eslovacos declarados Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.
Para los amantes de la naturaleza y del senderismo, este país es para usted! A pie, a caballo, en bicicleta o en barco, Eslovaquia es ideal para realizar numerosas excursiones gracias a su variado terreno. En el norte y centro del país, se encuentran los Cárpatos. Parada imprescindible durante su estancia, los Tatras son un paraíso para los aficionados a los deportes de nieve, los excursionistas y los amantes de la naturaleza. Gracias a sus veinte cumbres, que culminan a una altitud de casi 2.500 metros, esta cordillera está llena de suntuosos lagos, pero también de cascadas y bonitos valles por los que le encantará pasear. Símbolo de Eslovaquia y motivo de orgullo nacional, "Krivan" es probablemente la montaña más bonita del país. Desde su cima, los valientes escaladores tendrán una vista impresionante de los Cárpatos, sus relieves, su generosa fauna y flora. También para los amantes del esquí, las estaciones de esquí de los Altos Tatras cuentan con muchas zonas de esquí: así, será posible disfrutar de los deportes de invierno, y esto a precios muy competitivos.
Situada en el corazón de los viñedos, la capital Bratislava merece una visita: situada a orillas del Danubio, no lejos de la frontera con Hungría y Austria, su casco antiguo es conocido por sus numerosos y animados cafés y bares. Suba a la cima del Castillo de Bratislava: justo en el centro de la ciudad, este imponente edificio está situado en una colina con vistas al Danubio y a la capital. Desde este castillo se tiene una vista impresionante de los viñedos y de los densos bosques de la región.
Más al sur, a casi 4 horas en coche de Bratislava, se encuentra una de las joyas de este país: "El Paraíso Eslovaco". A 1270 metros de altitud, este parque natural, considerado uno de los lugares más bellos de Eslovaquia, es ideal para practicar senderismo. Tome sus puentes, escaleras y pasarelas para una caminata deportiva en el corazón de la naturaleza virgen. En la curva de un río, una cueva o un lago, los turistas más pacientes pueden tener la oportunidad de encontrarse con osos pardos, águilas reales, lobos o incluso linces.
En cuanto a la gastronomía, se pueden descubrir muchos restaurantes tradicionales visitando el país. Pruebe el "bryndzové halusky", el plato nacional más popular de Eslovaquia: pasta hecha con patatas y queso de oveja, a veces acompañada de tocino asado a la parrilla. Muy popular y que no se puede perder bajo ningún concepto, la "zemiakova placka", una tortita de patatas rellena de carne de vacuno y pimentón absolutamente deliciosa. El país tiene una fuerte tradición vitivinícola, por lo que también se pueden degustar los vinos de los Pequeños Cárpatos, o "Slivovica", un alcohol de ciruela producido en las montañas eslovacas.
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