¿Listo para un cambio total de escenario a menos de 3 horas de vuelo de París? Embarque en Albania: este tesoro mediterráneo le encantará sin duda por sus costas soleadas, sus paisajes montañosos, sus bosques, sus lagos, pero también por su naturaleza preservada y su patrimonio cultural.
Para empezar, visite Tirana, la capital de Albania. Lejos de sus concurridos bulevares, aventúrese en sus pequeñas calles con sus coloridas fachadas, y no deje de visitar los dos museos llamados "Bunk'Art 1 y 2". Bajo tierra, en estos enormes búnkeres, conocerá la atormentada historia de este país, que vivió bajo la dictadura comunista de 1945 a 1991: una visita necesaria para cualquier viajero que desee aprender más sobre Albania. Continúe su visita cruzando la inmensa plaza Skënderbeg que una vez fue utilizada para reuniones militares, y luego diríjase al "Bloc", un barrio joven y dinámico donde los residentes se reúnen para celebrar y tomar una copa en restaurantes y bares de moda. Eche un vistazo al Radio Bar y a la Sky Tower: desde esta última tendrá una vista impresionante de la capital albanesa, el lugar ideal para sentarse a disfrutar de un cóctel y admirar la puesta de sol. La Torre del Reloj también será un lugar ideal para tener una vista panorámica de la ciudad.
Diríjase hacia Berat, una bonita ciudad a orillas del río Osum, en el corazón de una agradable región vinícola. Esta "ciudad de 1000 ventanas" es reconocible gracias a sus típicas casas, colgadas en un acantilado. Clasificado como Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO por sus monumentos como su castillo, fortaleza, barrio cristiano, barrio musulmán y mezquita roja, este pueblo es una visita obligada.
En el extremo norte del país, en la frontera con Montenegro, se encuentra el lago Skadar. A veces azul, gris o plateado, este lago más grande de la península balcánica que se extiende entre dos países puede visitarse tanto en invierno como en verano, ofreciendo cada vez a los viajeros paisajes de rara belleza. Se puede recorrer en motocicleta, coche o bicicleta.
Situado entre Grecia e Italia, Albania es un país con muchas influencias, que goza de una ubicación ideal en el Mar Adriático. Su costa sur, la Riviera Albanesa, ofrece muchos tramos de arena famosos que invitan a nadar y a disfrutar de largas sesiones de relajación. Podrás disfrutar del buceo, deportes acuáticos, vela o pesca. Entre Vlora y Saranda, a más de cien kilómetros al pie de las montañas cubiertas de pinos, hay una sucesión de playas y calas magníficas. Dürres es sin duda la ciudad más concurrida de la costa: a 45 kilómetros de la capital, es la segunda ciudad más grande de Albania. Su puerto, su casco antiguo y sus playas atraen cada año a más turistas, curiosos por probar la dolce vita albanesa. Un poco más lejos, nade en las magníficas calas del mar Jónico, desde "Gjiri i Aquariumit", hasta la playa de Palasa, la bahía de Grama y la playa de Gjipe. Por último, las paradisíacas playas de Ksamil le sorprenderán por su belleza, sus aguas cristalinas y sus magníficos paisajes. Una cosa es segura: ¡no querrás volver a casa nunca más!