En el corazón de la Toscana, en la provincia de Arezzo, Cortone (Cortona en italiano) se encuentra a una altitud de 500 metros en el corazón de un exuberante y virgen paisaje típico de la campiña italiana. Cultural, exótica y sobre todo emocionante, esta ciudad histórica te deslumbrará con sus muchas caras.
Situado en la cima de la colina de San Egidio, plantada de cipreses y olivos, el pueblo de Cortona domina con orgullo el lago Trasimeno y la Val di Chiana. Famosa por sus incomparables vistas de la naturaleza de la Toscana, la ciudad medieval de Cortona es uno de esos destinos difíciles de olvidar. Inevitable en la historia del país, es una de las doce ciudades etruscas de la "Dodecapolis", como Cerveteri, Perugia y la mítica Voltera. Para descubrir sus más bellos secretos, le recomendamos que primero opte por un paseo a pie por su corazón histórico. Está centrada en torno a la Piazza Repubblica y a la Piazza Signorelli y contiene un gran número de monumentos y edificios antiguos, la mayoría de los cuales datan de la Edad Media. Sin embargo, algunos sitios todavía se remontan a épocas anteriores, como la muralla etrusca, hecha de enormes piedras: con más de 2 kilómetros de longitud, esta muralla es uno de los testigos más antiguos de la historia de Cortona. Merece la pena visitar el Palacio Comunal de Cortona (siglo XIII), la iglesia de Santa Chiara, el Hospital de la Misericordia (conocido por su pórtico renacentista), la iglesia gótica de San Francisco y la iglesia de San Nicilo, Palazzo Casali (sede del Museo de la Academia Etrusca de Cortona) o Palazzo Fierli-Petrella... Todos estos lugares son inseparables de la historia del pueblo, que podrás descubrir paseando por sus calles empedradas. Pequeño pero encantador, este espléndido pueblo es una verdadera maravilla para los ojos. Tómese el tiempo de perderse a la sombra de sus viejas piedras para descubrir todos los tesoros que contiene, como la Abadía de Farneta, Porta Santa Margherita, Porta Colonia, Porta Bifora, pero también Porta Sant-Agostina, Porta Berarda, el Palazzo Tommasi, la Monastera de Santa Chiara, y subir a las alturas de la ciudad para contemplar los magníficos panoramas desde el Duomo de Cortona o desde la Basílica de Santa Margarita, famosa por sus deslumbrantes pinturas renacentistas.
Camine a lo largo de las verdes curvas de la llanura que bordea la Val di Chiana hasta las orillas del lago Trasimeno. Particularmente apreciada por sus rutas de senderismo, es un pequeño edén azul brillante en el corazón de los fértiles valles de la región. Podrá nadar, pasear por sus orillas, navegar por sus aguas, montar en bicicleta, pero también hacer rafting, tobogán, voleibol de playa, pedaleo, canoa...
Finalmente, es imposible permanecer en la Toscana sin probar las delicias de sus sabores. Los vinos toscanos, los platos de tomate y aceite de oliva, la focaccia con uvas, la pasta (como el Pici al Ragu o la pasta con trufas), los embutidos, la "bistecca alla fiorentina", los pescados y los jamones de campo (como el jamón crudo toscano) satisfarán las papilas gustativas de los más finos gourmets.